Frase de la semana

Mi vida se volvió tan ruidosa que tuve que estar en silencio para poder oírme. GaTo


miércoles, 23 de junio de 2010

Que difícil es decir adios

Me fui a reunir con ella en la tarde, en mi cabeza habían muchas cosas, no sabia que iba a pasar, no sabia que pensar, no sabia que hacer, lo único claro que tenia es que no quería que ella sufriera y si para eso este amor prohibido tenia que terminar, lo haría, pero ¿cómo hago para decir adiós la persona que no quiero ver partir?

Yo sabia que si se enteraba la gente que no debía enterarse, sus padres, la única perjudicada seria ella, los problemas se los ganaría ella y no yo. Así que puse a un lado lo que yo pensaba y sentía, aleje mis sentimientos, deje a un lado mi corazón, deje de pensar en mi y pensé en que seria lo mejor para ella, ahí me di cuenta cuan difícil es decir adiós y no hacerle caso al corazón.

Con todas esas cosas en la cabeza, yo miraba de lado a lado esperando a que ella llegara y en ese instante ella apareció, con una sonrisa y con un hola tímido nos saludamos, luego nos fuimos a sentar para hablar.

Empezamos hablando de las cosas que tuvo que hacer para vernos, del miedo de que alguien pasara y nos viera, en fin hablamos de todo un poco; hablábamos y hablábamos de otras cosas, queriendo no tocar el tema, pero era inevitable; ambos sabíamos que lo teníamos que tocar y sabíamos cual era la única cosa que era viable por hacer, aunque ninguno la quería decir ni aceptar.

Fue un rato agradable el sentarme a charlar con ella olvidando la razón por la cual nos habíamos reunido, pero como el tiempo no es eterno, llego el momento de hablar, sin embargo no nos dijimos nada, la respuesta ya la sabíamos, así que al final con un gran suspiro de cada uno y sin decir palabra alguna todo acabo, y tal como empezó, con un beso todo termino.

Ella se tenía que ir y yo no fui capaz de caminar con ella, me quede ahí sentado, mirándola alejarse y pensando que allí, delante mío se escapaba mi felicidad, allí delante mío se iba la mujer que yo quería, pero sabia que si la detenía ella sufriría por mí culpa, pues mi único pecado fue quererla, pero eso es lo que no entiende la que gente que nos quiso separar. No entienden que te quiero...

Estoy triste y tengo piedra que todo acabara así...
Muchas cosas por pensar...

GaTo

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